Una reflexión sobre el futuro de la era cibernética en Cuba.
Hasta ahora ha sido relativamente fácil para el aparato policial represivo del régimen comunista-unipartidista cubano controlar y reprimir la libertad de expresión de sus ciudadanos. Pero ahora se le avecinan tiempos difíciles para continuar con éxito tan copiosa tarea. En estos nuevos tiempos la cúpula del partido se está viendo obligada a darle cabida, digamos que de tipo “introductoria” (no podemos hablar de comercial o cuasi-comercial), a la era cibernética; era que es comercial y que hace parte intrínseca de las necesidades básicas de la población en los países más industrializados del mundo desde hace más de 15 años, y que últimamente crece a ritmo vertiginoso en los países llamados de economías emergentes y en el tercer mundo, al cual pertenece la isla (no por el bloqueo, sino por tantos años de dictadura y de economía de planificación comunista).
Estoy seguro que ni los más sofisticados filtros o tapones digitales de censura podrán detener esta avalancha de información que saldrá y entrará de esta hermosa isla caribeña. El régimen se verá obligado a efectuar cambios significativos tanto de tipo social, como económico, si quiere mantenerse en el poder una o dos décadas más. Si no lo hiciera, entonces tiene contados los años, meses, días.
No lo digo yo, un simple bloguero con ímpetus de escritor columnista, sino lo dice la historia más reciente con los casos de Rusia, China, en donde la dirección es más hacia el capitalismo del siglo XXI, y no hacia el socialismo del siglo XX. Y me atrevo a afirmar esto a pesar de que China es uno de los países con más censura de Internet en la actualidad.
Los humanos nacemos, crecemos y morimos con una cualidad que se considera digamos que divina: El Libre Albedrío. Todo lo que se nos prohíbe, nos resulta tentador. El que nada debe, nada teme.
Amigo lector, el Internet es hoy día un servicio comunitario más, como lo es la luz, el agua, el teléfono, gracias al empuje innovador del capitalismo, a la libertad de expresión de la verdadera democracia y a esa gracia divina de hacer cosas increíbles para pretender asemejarnos a Dios.
Nota: La segunda imagen muestra la configuración de un Ninja proxy para navegar anónimamente en Internet. Los filtros digitales tienen su antifiltro, los virus su antivirus, así como toda epidemia tiene su cura o vacuna.
