No cabe duda que el fortalecimiento de los partidos y de los movimientos políticos de izquierda revolucionaria en América Latina van en un sentido paralelo y correspondiente al descuido de las relaciones de los EEUU hacia sus vecinos del sur en esta última década. Mientras el socialismo radical (izquierda revolucionaria) ha prácticamente desaparecido de Europa y Asia, en nuestro continente parece tomar fuerza esa misma izquierda reacia, antiamericanista, retrógrada, jurásica, "¿Bolivariana?".
En otras palabras; nuestro vecino del norte, también conocido como el "Tío Sam", se ha dedicado últimamente a crear y no perder sus guerras de interés geopolítico -por no decir "petroguerras"-, y las consecuencias de ello se notan en la elección de una "nueva alternativa" política en países como Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Paraguay, y recientemente El Salvador. El potencial peligro de este fenómeno es que el "nuevo Bolívar personificado" de Hugo Chávez pueda utilizar las regalías del petróleo del pueblo venezolano para financiar "el nuevo movimiento revolucionario latinoamaericano". La prueba de esta inquietud: la venta del precioso crudo a la dictadura castrista a los precios y condiciones que todo el mundo ya conoce, dándole un respiro más a la agonizante economía socialista de plan (плановая экономия) heredada y asimilada de la época colonial soviética.
Como ustedes ya podrán adivinar, no me queda más que añadir que la clave -y la esperanza- está en un cambio de actitud y una redirección de la política norteamericana hacia sus vecinos del sur. La nueva Administración de Barack Obama está dando señales de que así lo quiere hacer. Menos prepotencia (prepotencia de potencia) y más humildad y acercamiento entre naciones. Y Por supuesto que en nosotros mismos también está la clave o solución. Necesitamos un cambio de actitud hacia nosotros mismos como un solo subcontinente homogéneo cultural, social y económicamente hablando; y hacia los demás como otra parte necesaria para seguir desarrollándonos en este mundo terrenal y dialéctico.
Los invito a leer mi primera contribución y bautizo como bloguero en enero del 2009: El Síndrome de postcolonialismo.
Fuente de imagen: Fuente Palmera Times blog.
